Cama de
motel.
¿Qué
tienen esas camas que difieren
de las otras?
Y no precisamente en el color,
ni
el tamaño,
ni la
marca.
Quizás
son sus sábanas
tan blancas como las
de un hospital,
tan inocentes como la mente de un niño.
Sábanas
que son como libros
llenas
de historias tan variadas,
tiernas, trágicas e imaginables;
como variadas,
tiernas, trágicas e imaginables
son los deseos
de los amantes.
Sábanas que
escriben cada día
historias tristes de infidelidades que
se
desploman sobre la conciencia
de los culpables.
Sábanas que
son como cómplices
de inocentes amantes desesperados
que buscan un rincón
para
desahogar sus amores.
Cada
sabana es una página de recuerdos,
de nostalgias,
de secretos,
de amores y desamores.
Eso,
quizás eso,
sea lo
que hace esas camas diferentes.