miércoles, 5 de febrero de 2014

Fluir y libertad.

Fluir  y libertad.

Deja  que el río  fluya,
no trates inútilmente  de detener  su cauce;
descubre el propio cause de  tu interior.

Deja  que los pájaros emprendan  su vuelo,
por  algo Dios les  dio sus alas;
deja que el otoño y el invierno  generen  su efecto,
luego vendrá la primavera;
deja que lo pequeño crezca,
y lo joven se envejezca,
todo lo que  comienza tiene que  acabar.

Deja que  se  vayan  los  que se necesitan marchar
y vuelvan los  que decidieron regresar.


Deja que el reloj marque  su hora,
no te quedes mirando  atrás,
al terminar  su siclo volverá al mismo lugar,
aunque ya otro tiempo será;
entiende que avanzar  se logra  hacia  adelante
y no caminar es  atrasar.

Luego entonces comprenderás  que todo  fluye, cambia y  se  trasforma;
que nada te pertenece y  eterno es solo Dios,
que  seguro solo tenemos la muerte y
para los  que tienen fe, la  eternidad.

En tomar conciencia de   esto
está  la  clave  de  amar  con  libertad,
llevar una vida  sin apegos
y experimentar  felicidad.




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