miércoles, 22 de enero de 2014

La impermanencia de la vida.

La  impermanencia de la vida.

Ayer,
tenía  veinte años menos,
un camino sin recorrer
seis  errores sin cometer
y mucho  miedo  por  vencer

Mi cuerpo de nada  se quejaba,
pesaba  unos  kilos menos,
y al especialista
solía poco visitar.

Mi cabeza  no pintaba de gris,
 mi mente se columpiaba en la inmadurez;
mi  corazón latía  a  su ritmo
y no pensaba tanto para amar;
unas veces   amaba como niño
y  otras  veces ni siquiera  sabía  amar.

Hoy,
sentado en este vértice de la historia,
tengo  veinte  años menos,
una mochila de  errores,
una maleta de  recuerdos,
un camino de sueños ,
una caja de bombones,
y una cadena de temores
de volverme  a  equivocar.

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