martes, 14 de enero de 2014

Silencio.

Silencio

Me  haces   sabio 
cuando ignorante  me  siento,
evitando  en  mis labios    
las palabras necias.

Me  acompañas  y   escuchas,
me  hablas  y me orientas
me  ayudas  a  descubrir 
las  respuesta  que  no encuentro
cuando  me  invade  la  angustia
 de las  palabras  necias.

En tu presencia  descubro
el pasar  de las   almas  que pecan
y condenadas  se  quedan
cuando dejan  fluir  de su labios 
palabras  necias.

Ensimismado  a  ti me  acojo
como niño  temblando de  temor
y encuentro en ti   la  ayuda
cuando  la  duda   me  incita 
al engaño  
de  las  palabras  necias.

Sentado a  tu diestra 
me  sueles  suscitar 
la sensación  de paz
al  dejar de   escuchar
   las palabras  necias.

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